México D.F., 27 de abril de 2010 (Cencos).- La Universidad Nacional Autónoma de México otorgó el título de licenciada en Literatura Dramática y Teatro a Lucía Andrea Morett Álvarez, sobreviviente de un bombardeo del Ejército colombiano contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) donde ella pretendía investigar in situ la creación colectiva en el teatro revolucionario.
Tras la exposición de su tesis Colombia una revolución para el Teatro y un teatro para la revolución, la universitaria fue aprobada con mención honorífica por unanimidad del jurado por un “trabajo escrito y réplica sobresalientes”; sin embargo, su examen no se pudo realizar públicamente debido a la persecución que los estados colombiano y ecuatoriano mantienen sobre la universitaria queriendo culparla de terrorista y pidiendo su extradición.
“Lucía es perseguida y criminalizada porque es testigo clave de crímenes de lesa humanidad por parte del Ejército colombiano y del presidente de ese país Álvaro Uribe”, ha dicho su padre Jorge Morett en distintas ocasiones.
Ante la imposibilidad de presentarse en público, ayer se organizó la mesa Colombia una revolución para el Teatro y un teatro para la revolución, donde los académicos que aprobaron a la dramaturga hicieron pública y comentaron esta Tesis donde se desarrolla al teatro de creación colectiva como expresión cultural de los movimientos revolucionarios.
La obra se divide en un primer capítulo “para entender la creación colectiva en Colombia” y luego se adentra en el nuevo teatro colombiano, en la organización teatral y la lucha de los trabajadores del teatro, y finalmente esboza la creación colectiva del teatro guerrillero, tema inconcluso cuya misión de observación terminó con el bombardeo del 1 de marzo de 2008 sobre el Sucumbíos ecuatoriano.
“Es una tesis bien estructurada, con un hilo conductor claro” dijo Carmen Galindo Ledesma, sinodal de Lucía, quién retomó que “el teatro de creación colectiva—según Lucía–, es aquel que se construye mientras se hace y la obra queda completa luego de ser ejecutada y no antes”.
La Tesis de Lucía recuerda que el teatro no puede ser estudiado solamente en la obra escrita, dijo su asesor y crítico de arte Alberto Hijár Serrano, “no se puede analizar a una obra si no se toma en cuenta la reacción del público, el contexto de quien la representa y los valores estéticos de la época”
Durante la presentación de la Tesis, los sinodales de Lucía hicieron hincapié en que las materias de humanidades cada vez son menos en la ecuación media superior mientras que a nivel licenciatura en espacios como la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM cada vez se cierran más las puertas a los estudios que incluyen enfoques sociales como es el caso de Colombia una revolución para el Teatro y un teatro para la revolución.
El trabajo recepcional está dedicado a Verónica, Soren, Juan y Franco, compañeros de Lucía y víctimas del Estado colombiano.
Centro Nacional de Comunicación Social
Tras la exposición de su tesis Colombia una revolución para el Teatro y un teatro para la revolución, la universitaria fue aprobada con mención honorífica por unanimidad del jurado por un “trabajo escrito y réplica sobresalientes”; sin embargo, su examen no se pudo realizar públicamente debido a la persecución que los estados colombiano y ecuatoriano mantienen sobre la universitaria queriendo culparla de terrorista y pidiendo su extradición.
“Lucía es perseguida y criminalizada porque es testigo clave de crímenes de lesa humanidad por parte del Ejército colombiano y del presidente de ese país Álvaro Uribe”, ha dicho su padre Jorge Morett en distintas ocasiones.
Ante la imposibilidad de presentarse en público, ayer se organizó la mesa Colombia una revolución para el Teatro y un teatro para la revolución, donde los académicos que aprobaron a la dramaturga hicieron pública y comentaron esta Tesis donde se desarrolla al teatro de creación colectiva como expresión cultural de los movimientos revolucionarios.
La obra se divide en un primer capítulo “para entender la creación colectiva en Colombia” y luego se adentra en el nuevo teatro colombiano, en la organización teatral y la lucha de los trabajadores del teatro, y finalmente esboza la creación colectiva del teatro guerrillero, tema inconcluso cuya misión de observación terminó con el bombardeo del 1 de marzo de 2008 sobre el Sucumbíos ecuatoriano.
“Es una tesis bien estructurada, con un hilo conductor claro” dijo Carmen Galindo Ledesma, sinodal de Lucía, quién retomó que “el teatro de creación colectiva—según Lucía–, es aquel que se construye mientras se hace y la obra queda completa luego de ser ejecutada y no antes”.
La Tesis de Lucía recuerda que el teatro no puede ser estudiado solamente en la obra escrita, dijo su asesor y crítico de arte Alberto Hijár Serrano, “no se puede analizar a una obra si no se toma en cuenta la reacción del público, el contexto de quien la representa y los valores estéticos de la época”
Durante la presentación de la Tesis, los sinodales de Lucía hicieron hincapié en que las materias de humanidades cada vez son menos en la ecuación media superior mientras que a nivel licenciatura en espacios como la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM cada vez se cierran más las puertas a los estudios que incluyen enfoques sociales como es el caso de Colombia una revolución para el Teatro y un teatro para la revolución.
El trabajo recepcional está dedicado a Verónica, Soren, Juan y Franco, compañeros de Lucía y víctimas del Estado colombiano.
Centro Nacional de Comunicación Social
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